Difícil responder de forma simple a pregunta tan compleja. Empecemos por el principio:

¿Que es una PWA?.

Mucho se ha escrito en los últimos meses al respecto y, sin duda, mucho más será lo que se diga sobre este “híbrido” entre aplicación de móvil tradicional y página web “tuneada”, si se me permite la expresión.

Después de leer muchos artículos al respecto, creo que una buena definición de PWA sería la siguiente: “Es una aplicación creada con tecnologías web que, sin empaquetar o firmar, puede funcionar sin conexión a Internet, mientras posee la capacidad de instalarse de forma opcional en el sistema operativo móvil (iOS, Android, etc.) y, donde se verá y actuará como cualquier otra App nativa de estos sistemas.

Soy consciente que esta definición es un tanto simplista, ya que sin duda esta moderna tecnología, que no idea, pues sus orígenes habría que buscarlos en la propia Apple (ésta afamada empresa mediante Safari, puso la primera piedra en el sistema operativo de los primeros iPhone) merece una mayor explicación. No obstante he intentado expresar de la forma más simple posible algo que para muchas personas puede sonar árido y confuso.

Vayamos por partes. Hasta hace muy poco tiempo, cuando ya los teléfonos móviles o “smartphones” y las tabletas se habían convertido en los poco discutibles reyes de la informática de consumo (relegando a los otrora todopoderosos equipos de sobremesa o portátiles), y las Apps o aplicaciones concebidas exclusivamente para estos terminales copaban el primer puesto en la vertiginosa carrera tecnológica… aparecieron las PWA basadas en las vieja Web dispuestas a competir y ganar el desafío.

Éstas aplicaciones web progresivas o PWA se están convirtiendo en la gran revelación y la esperanza para muchos desarrolladores tanto de sistemas como de contenidos. Tanto Google con su PlayStore como Apple han endurecido últimamente sus exigencias para homologar cualquier App que un desarrollador modesto (o amateur) quiera ofrecer en sus tiendas, hasta el punto de resultar casi imposible hacerlo en el AppStore de Apple si esa aplicación ha sido desarrollada usando alguna de las abundantes plataformas que ofrecen servicios de creación sin necesidad de programar; por no hablar del coste económico exigido por la elitista empresa de Steve Jobs.

Si bien es bastante complicado asegurar que esto último ha sido el detonante que ha dado el impulso final en el desarrollo de nuevas funcionalidades para la web, cuando menos, cabe pensar que lo ha estimulado de alguna forma, ya que no resulta fácil entender como se ha podido avanzar tanto en tan poco tiempo en lo que a potencia de desarrollo vía web se refiere.

Muchas son las ventajas ofrecidas por las PWA frente a las App nativas, pero todavía éstas últimas cuentan con beneficios muy a tener en cuenta frente a las primeras. También hay que mencionar que, en el actual nivel de desarrollo, hay muchas e importantes utilidades de los móviles que no son accesibles para las PWA, y que además hay notables diferencias entre las funcionalidades de Android e iOS que no resultan accesibles a las PWA, con lo que puede afirmarse con rotundidad que aún queda mucho camino por andar. No obstante, esto que a primera vista parece va en contra de las Aplicaciones Web Progresivas (PWA), termina por favorecerles, ya que las prestaciones que ahora mismo si alcanzan, tanto para Android como para iOS, son más que suficientes para una buena parte de desarrolladores y, como creando Aplicaciones Web Progresivas consiguen saltar las trabas y barreras impuestas por Google y Apple a las Apps nativas, abaratar mucho los costes y aumentar la disponibilidad para usuarios… pues tenemos éxito asegurado.

Resumiendo mucho, podríamos decir que las PWA cuentan con la ventaja de:

– Funciona para todos los usuarios sin importar que navegador usen.

– Son seguras ya que utilizan obligatoriamente el protocolo TLS.

– Las actualizaciones son inmediatas. En cuanto se actualiza, todos los usuarios lo están y no dependen de ninguna descarga de software ni instalación.

Crean un icono en el dispositivo para poder acceder a ellas, igual que las Apps nativas.

– No dependen de GooglePlay ni AppStore, por tanto no hay que pagar ni someterse a los filtros de dichas compañías.

– Su aspecto visual es similar o incluso mejor que las Apps al disponer de muy buena tecnología para interactuar con los elementos visuales.

– Pueden funcionar sin conexión a Internet, pese a ser aplicaciones web.

Su diseño se adapta a cualquier dispositivo, por tanto menos preocupación con los formatos, etc.

– Cuentan con funciones tan interesantes como las notificaciones push al igual que las Apps.

Podrían citarse algunas más, pero las mencionadas me parecen las más interesantes. Sin embargo, también adolecen de algunos inconvenientes, por ejemplo:

– Su tecnología al ser nueva aún está en desarrollo y eso puede dar lugar a puntuales inconvenientes inesperados.

– No es posible hacer uso de todas las funcionalidades de las tabletas o móviles; es decir hay limitaciones en cuanto a lo que con ellas puede o no hacerse.

– Obviamente no pueden encontrarse en las tiendas de Google o Apple, lo cual puede representar un problema para su distribución. (Aquí hay que mencionar que al ser “de facto” una página web, si se indexan de forma adecuada estarían disponibles y bien posicionadas en los buscadores).

Después de leer lo anterior, que cada uno saque la interpretación que más oportuna le parezca, pero a mi juicio, las PWA suponen en la actualidad una alternativa muy a tener en cuenta si pretendemos mejorar nuestro negocio dando ese necesario salto tecnológico que nos haga mejores y diferentes a nuestra competencia.

Para terminar y respondiendo a la pregunta del enunciado; tal vez las PWA no sean la respuesta definitiva o la tecnología que al fin fusionará y simplificará la feroz competencia entre tres grandes multinacionales de la tecnología como son Google, Apple y Microsoft, pero al menos parece un acercamiento que de forma incuestionable favorece a los usuarios.